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UN SEGMENTO DE HISTORIA SINDICAL

              Cuando se realizó la toma del Issstecali, el día Lunes 7 de Diciembre del 2009, con una amplia presencia de cuadros de dirección sindical, y un grupo de compañeros aspirantes a su legítima jubilación; encabezada esta acción por el Comité Ejecutivo de la Sección 37 del SNTE, y su secretario general, teniendo el acompañamiento de una ligera llovizna, que permitió demostrar la voluntad férrea de los sindicalistas en su decisión de dar prueba inequívoca de su convicción gremial y su auténtica solidaridad. ¡NADA NUEVO EN ESTA ORGANIZACIÓN!, ello me permitió hacer una remembranza a Febrero del año de 1975, y asomarme al pasado, cuando los maestros y demás personal radicado en Ensenada, en forma unánime reclamaban la clínica del Issstecali en esa ciudad; y fue entonces, que el Comité Ejecutivo Seccional que encabecé, solidario con nuestros compañeros ensenadenses, y todos ellos sin distingos de naturaleza alguna, concurrieron conjuntamente con su diligencia a marchas y mítines por la ciudad, en medio de las tormentas propias que en época de carnaval se presentan; pero, todos hermanados y firmes, logramos la tan anhelada y necesaria clínica, que llenara las exigencias de una clase laboral que hasta entonces carecía de servicios asistenciales adecuados, y que la obligaban incluso, a trasladarse a Tijuana o a otros lugares, porque no tenían otra opción para recuperar su quebrantada salud, que es un reclamo sustancial. Demostramos no solo que la unión vence a la adversidad, sino que aprendimos igualmente, que la autoridad nunca es tan generosa y que solo bajo presión accede a cumplir con los reclamos que demandamos.

             Sea hoy, como en esa época, el reconocimiento a los ensenadenses –sindicalistas comprometidos- con su Sección 37 del SNTE, y que en esas fechas, pudimos regularizar en sus plazas, a quienes cumpliendo tareas de directores, no recibían el pago correspondiente, como directores efectivos, por consecuencia, tampoco el sueldo que merecían por el trabajo devengado. De igual manera, en ese tiempo, logramos remodelar el edificio sindical y adquirir el inmueble contiguo que había sido una cooperativa de consumo, adhiriéndolo a la construcción original, dándole mayor amplitud y la dignidad que merecían los trabajadores al visitar la casa de los maestros; además, para orgullo de la Sección 37, compramos un predio de 276 hectáreas, con linderos que llegan hasta el Océano Pacífico, el cual, estaba amparado, por un título de propiedad expedido desde la época de Porfirio Díaz, y lo convertimos en el Centro Vacacional de los Trabajadores de la Educación, el que con muchas expectativas para el futuro, y la aceptación del gran beneficio para nuestro gremio, el que regularizamos notarialmente; con la afirmación que no le costó directamente ni un centavo, a los miembros de la Sección 37, puesto que los recursos, trabajos e inversiones, los obtuvimos de fuentes fuera de la membresía, y que hoy representan la ampliación del patrimonio Sindical, que solo a los miembros de nuestra institución les corresponde disfrutar

Dic 2009

Profr. Manuel Ruelas Jiménez