Temen maestros ser víctimas de estudiantes vinculados al “narco”
Fuente: el-mexicano.com.mx    28 diciembre 2008

TIJUANA.- El clima de miedo y tensión a causa de la inseguridad ha llegado hasta las aulas, principalmente de quinto y sexto año de primaria, así como de secundaria, en donde maestros temen confrontarse con alumnos que presumen que sus padres o incluso ellos mismos tienen vínculos con el crimen organizado.
Esto lo exhibió el presidente del Movimiento de Lucha Magisterial, Marco Antonio Pacheco Peña, quien dijo que con todos los pro-
blemas sociales que vive Tijuana, los docentes ya no saben a quién se están enfrentando y podrían comenzar a ser víctimas de represalias.
Expresó que el gobierno está dejando caer mucha responsabilidad sobre los hombros de los maestros, cuando su obligación es ir a las escuelas a dar clases y no convertirse en un investigador para estar revisando qué traen los alumnos en sus mochilas, labor que les corresponde a los padres de familia.
“El maestro no puede convertirse en un fiscalizador y andar revisando mochilas, él va a dar clases, no va a echarse al chamaco de enemigo, porque al rato va a resultar que ese alumno es primo, hermano, sobrino o hijo de una persona que se dedica a vender droga, y al salir a la calle vas a enfrentar un problema porque agarraste al chamaco con droga o con armas en la escuela”, advirtió.
Asimismo, Pacheco Peña exhibió que hay escuelas que están “rodeadas de tienditas” y hasta ahora ninguna autoridad ha actuado, debido a la colusión que existe entre los delincuentes y la policía encargada de vigilar la zona.
“Hay escuelas donde contra esquina de ellas venden droga, llega la policía estatal, municipal o federal y no les hacen nada, llegan por su “disimulo” y se van, por eso los niños están propensos a que afuera les vendan droga, ¿y a eso le llamamos seguridad?”, cuestionó.
Afirmó tajante que el programa Escuela Segura no ha dado los resultados que se esperaban, pues por más que directores, maestros y padres de familia hayan diseñado un programa preventivo, los acuerdos entre policías de todas las corporaciones y la delincuencia terminan pesando más.
“Si hablan de Escuela Segura ¿por qué no hay patrullas que estén vigilando la zona escolar?, un director o maestro llama al 066 y nunca llega la policía, y si lo hace es dos o tres horas después cuando ya pasó la contingencia, estamos en una total indefensión”, lamentó.
Esta situación obliga a que cada escuela cuente con su propio guardia de seguridad, indicó, el cual debería ser contratado por el Sistema Educativo Estatal, para que sean ellos quienes actúen en caso de un conflicto.