¿LEGALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES?

Información	Gobierno	Leyes	Historia	Lugares	Entretenimiento	Enlaces SNTE	Correos	La sección 37

El día jueves, 5 de agosto del año en curso, aparecieron en las televisoras del país, imágenes de un evento del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, realizándose en los cabos Baja California Sur, donde uno de los personajes focalizados por los noticieros nacionales, hizo bastos comentarios, juicios y opiniones, respecto al tema de la legalización del uso de las drogas; en dicho seminario el Lic. Jorge G. Castañeda, señalaba “la lucha contra este flagelo, lleva 50 años sin éxito, incluso hay juicios de expresidentes latinoamericanos reconocidos que se expresan en este sentido, opinando que debe legalizarse el uso de las drogas. entre ellos el expresidente Zedillo, y muchos escritores, entre ellos Vargas Llosa lo han hecho en el mismo tono, además economistas entre ellos el premio Nobel Freeman, han coincidido en los mismos criterios”.

Todo lo anterior es verdad, son gente connotada y muy reconocida, pero, ¿cuántos de ellos se habrán acercado por algún instante a los suburbios de sus naciones?, para ver como nuestros niños y jóvenes y en muchos casos no tan jóvenes y sin distinción de género, están atrapados en el mundo de las adicciones hoy legalizadas como el tabaquismo y el alcoholismo y muchos al calor de éste último, ya enajenados, han cometido graves delitos y echado a perder su vida; ¡y todavía opinan a favor de ampliar las formas de envenenamiento!

¿Por qué éstos “grandes personajes”, no bajan de su pedestal y se percatan de la existencia de decenas de jóvenes que empezaron con este tipo de adicciones desde los 10 años y hoy tienen diagnosticados graves padecimientos irreversibles?

Terrible realidad que está lejos del mundo de oropel en que éstos personajes viven y que es la desgracia que padece la sociedad donde grandes sectores con frustración, pretenden esconderse de sus graves padecimientos, miseria, abandono e ignorancia, y se refugian en ese submundo de fantasía, o de otros muchos casos, de jóvenes que viven confundidos por la falta de certidumbre futura o la imposibilidad de encontrar una oportunidad si quiera alcanzable en estabilidad, y concluyen que es mejor “cinco años de rey y no cincuenta de buey”, y buscando el dinero fácil (que es muy caro) se emplean como sicarios, que no es otra cosa que asesinos a sueldo.

Claro que el panorama se antoja obscuro, seguro que el problema no es sencillo, porque a parte de la lucha frontal que las autoridades y la sociedad deben realizar juntos, existen otros caminos de apoyo como son: la búsqueda de una reconciliación de las familias, para desbaratar la confrontación generacional con una actitud de planeación, orientación y resultados que ofrezcan los medios informativos, un programa agresivo de salud pública y junto a todo lo anterior, una respuesta de compromiso sostenido y sin tregua, de orden educativo que oriente y encauce a los niños y jóvenes por otro sendero, donde los padres deben ser los motores en la lucha contra toda forma de dependencia; y que la meta sea, la plena libertad, que significa ruptura y lejanía de toda forma de sujeción que representan las adicciones.

Gobierno