Mexicali, B.C., a sábado 28 de agosto de 2010.- Los padres de familia necesitan  involucrarse en el cumplimiento del  “Acuerdo para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica”, manifestó el coordinador de la Comisión de Educación de Coparmex, licenciado Everardo Basilio Medina.

Dijo que la mejor manera de incluirse, es acercarse a los Consejos Escolares de Participación Social, grupos que son quienes deben de crear  los “Comités de establecimiento de consumo escolar” para contribuir a supervisar el cumplimiento del acuerdo dentro de los planteles, a la vez que se promueve una adecuada cultura nutricional entre toda la comunidad escolar y extraescolar.

El también presidente en Mexicali de los Consejos de Participación Escolar agregó que es importante que los empresarios también participen, entre otras cosas, contribuyendo a crear una conciencia de esta problemática entre comerciantes y productores de alimentos para consumo escolar, con el fin de que busquen la forma de sustituir los actuales productos por otros que si satisfagan los requerimientos nutricionales de nuestros niños y jóvenes.

“El problema de la comida chatarra en las escuelas va mucho más allá de los límites escolares. Es un problema de salud y cultura nutricional de nuestra sociedad”, expresó.

Cabe señalar que el pasado 9 de agosto del presente año, la Secretaría de Educación Pública  y la Secretaría de Salud firmaron y  publicaron un acuerdo que entrará en vigor a partir del día 1 de enero del 2011, el cual norma el tipo de alimentos y bebidas que deberán ser expendidas en los distintos establecimientos escolares, con el fin de contribuir a “una alimentación correcta” e impulsar “una cultura de hábitos saludables” en nuestros niños y jóvenes.

En ese sentido, destacó la urgencia de que se promueva una adecuada cultura nutricional que, empezando por los niños y jóvenes en las escuelas y que permee a toda la sociedad y particularmente a las casas de los mismos ya que el problema de malos hábitos alimenticios en México, se convirtió en un problema de salud pública.