Eso que llaman elecciones

1. Un triunfador inobjetable: el abstencionismo. Ni todos los partidos juntos pudieron ganarle: deberٌía pedir su registro ante las autoridades electorales, con la seguridad que saldría triunfante. La tendencia de participación ha ido a la baja:

Rubro	2001	2004	2007	2010
Abstencionismo	63.48%	66.58%	59.41%	68.3%
Participación	36.52%	33.42%	40.59%	31.7%

Frases vagas y generales, pomposamente llamadas spots o propuestas, fue lo que los posibles electores escucharon machaconamente con propaganda que es pagada con dinero que sale de nuestros bolsillos. Hablando en términos ecológicos: durante 60 días vivimos una verdadera contaminación ambiental por culpa de los políticos. Ahora se disculparán diciendo que los electores no tienen conciencia cívica porque se negaron a tragar esa insípida papilla electorera. Déjelos que se rasguen las vestiduras: no vote, si no está convencido que su voto hará que cambien las cosas.

2. El mismo neoliberalismo: no importa quiénes ganen. A poco usted es de los ingenuos que creen que porque ganó el PRI en Baja California, el pueblo trabajador ganó con ellos. La burocracia partidista priísta es la verdadera ganona después de una larga sequía de 21 años en Baja California y de 3 años en Tijuana. Por fin regresamos a las mieles del poder, pensarán para sus adentros los dirigentes tricolores. Los contritos panistas, que llegaron al poder como una esperanza de cambio en 1989, tendrán que irse a la banca en espera de mejores tiempos: resultaron tan corruptos como los priístas, tan alejados de las verdaderas necesidades populares. Los capitalistas de nuestro Estado no tienen de qué preocuparse: tanto el PRI como el PAN gobernarán para que sus ganancias no sufran desmedros con los descalabros partidarios y las exigencias de los trabajadores. Como fieles sirvientes del capital, estarán pendientes de la menor de sus quejas, para resolverlas. Allá, en la parte este de Tijuana, se agolpan más de 300 mil tijuanenses en pobreza alimentaria: no saben si comerán el día de mañana. Por acá, en Baja California, más de 60,000 trabajadores despedidos por la crisis, esperan recobrar sus empleos en un ambiente de desolación y de zozobra: los rollos políticos no llenan sus estómagos, ni pagan la renta, ni la receta médica, etc. Ante estas lacerantes realidades,¿ cuál podría ser el gusto de que el Ogro Filantrópico (Como una vez llamó Octavio Paz al PRI) esté de regreso? Al ganar el PRI los 5 municipios y 13 de los 16 distritos, está de regreso el "carro completo", que este partido no lo disfrutaba desde 1980 en Baja California. Ellos tienen motivos para celebrar: que les aproveche su fiesta. Por su parte, el PAN sólo recibió lo que se merecía: hizo pedazos el "bono democrático" que recibió del electorado bajacaliforniano, llevándonos a niveles de participación electoral que será difícil que volvamos a verlos: en 1992, fuimos a votar el 80% del padrón electoral: ¿se acuerda usted de aquellos tiempos? Todavía pensábamos en aquel entonces que votar servía para algo. Desde esa fecha, la participación electoral ha ido decreciendo paulatinamente.

3. ¿Se acabará la inseguridad pública porque los priístas nos gobernarán? Una ojeada a la realidad preelectoral no nos hace daño: Chihuahua, gobernado por los priístas, tiene el record mundial en Ciudad Juárez: 160 ejecutados por cada 10 mil habitantes. Me da pena informarle que ni Irak, que está en guerra con el imperio norteamericano, tiene tantos muertos. En Baja California, todos los días mueren entre 3 y 4 personas, en una matanza interminable, gobernado por los panistas y, en Michoacán, La Familia sienta sus reales en ese estado gobernado por los perredistas. Parece que los partidos políticos no tienen respuestas adecuadas y suficientes para un problema en creciente aumento: ¿seremos un Estado fallido?

4. ¿Adiós a la pobreza? Para los pobres, depositar su voto significó dinero líquido, despensas, pintura, láminas para techar sus desvencijadas viviendas, etc. amenazas de quitarles los permisos con los que trabajan, si son comerciantes informales, la vigilancia del líder sindical o de colonos para que los viejitos sigan recibiendo ayuda: una larga cadena de atropellos para inducir su voto. Una vez pasadas las elecciones, los pobres regresarán a su miseria habitual y los políticos a enriquecerse con el poder que su voto les confirió. Como señala un estudio de la ONU: ¿de qué democracia estamos hablando cuando hay personas que su necesidad los obliga a vender su voto? De una democracia de mala calidad, se contesta el organismo internacional. Afirmo que ninguno de los tres partidos políticos resolverá el problema de la pobreza, porque comparten un mismo horizonte: una política social focalizada en la pobreza extrema a través de dádivas y no de crear las condiciones sociales que hagan posible escapar de la pobreza.

5. ¿Sirvieron de algo las alianzas? Si lo que se quería era sacar al PRI de los palacios estatales, al parecer sí funcionaron. Oaxaca, Sinaloa y Puebla, tendrán alternancia por primera vez en más de 80 años de ininterrumpidos gobiernos priístas. El PRI, por su parte, arrebató al PAN los gobiernos de Aguascalientes y Tlaxcala y al PRD el gobierno de Zacatecas, que lo había detentado durante 12 años. Tanto el PRI, como el PAN y ahora la izquierda electoral (representada en el PRD, PT y Convergencia) buscaron alianzas para derrotar a su principal enemigo político, según la circunstancia que se presentara. Los dirigentes del PRD justificaron la alianza con el PAN, entre otras fuerzas políticas, como una manera de atajar al PRI en su marcha de regreso hacia Los Pinos en 2012. Si el PRI se llevaba todo o casi todo en 2010 y en 2011, las elecciones presidenciales del 2012 serían de mero trámite, sin competencia real. No se trataba de alianzas programáticas o ideológicas: se trataba de alianzas coyunturales de carácter pragmático. Los problemas vendrán después, cuando intenten gobernar sin un programa común. Como resultado de estas escaramuzas electorales, el PRI dejará de gobernar a cerca de 8 millones de mexicanos: en los tres estados donde perdió el PRI, hay una población de 11 millones, 498 mil 396 gobernados y, en los tres estados que ganó, 3 millones, 501 mil 315 personas. En total, el PRI dejó de gobernar a 7 millones, 997 mil 81 habitantes (El Universal- julio-05-2010). Hay que agregar que la oposición al PRI impugnará las elecciones en Veracruz e Hidalgo. Se esperan conflictos postelectorales.

6. ¿Cómo le fue a la izquierda electoral en 2010? Ahí donde fue aliada, logró importantes avances. Ahí donde fue sola, tuvo modestos logros y algunos retrocesos. Por ejemplo, en Tijuana y el resto del Estado, la izquierda electoral se presentó dividida: por un lado, el PRD y su candidata desertora, Reyna Soledad, que declinó para apoyar al candidato priísta Carlos Bustamante y, por el otro, PT-Convergencia y su candidato Alberto Entebi, que de no ser candidato de PT, votaría por Carlos Torres, según sus propias palabras. Además, hay que mencionar que los candidatos del PRD en el 6,8 y 10 distritos, que defeccionaron para apoyar al PAN. La izquierda en Baja California parece zona de desastre: sus votos en 2010 suman 5.50% de los votos en Tijuana, contra un 3.38% obtenido en 2007. Por supuesto, habrá quienes digan que se trata de un aumento de votos importante para la izquierda tijuanense. Debido a lo bajo de sus porcentajes, los partidos de izquierda, de nueva cuenta, no contarán siquiera con un triste regidor en el ayuntamiento tijuanense como sucedió en 2007. El pleito por las migajas del poder los dividió: regidurías y diputaciones plurinominales. No fue un problema político, sino el reparto de las sobras electorales. ¿Tendrá remedio esta izquierda oportunista y logrera?

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