Escuelas resienten salida de chatarra

Ha provocado un descenso de hasta 30 % en las ventas

Créditos: www.el-mexicano.com.mx 15 enero 2011

 

MEXICO.-La prohibición de pastelillos, frituras y galletas en las escuelas de educación básica del país ha provocado un descenso de hasta 30 % en las ventas de las tienditas escolares, lo que empieza a generar preocupación entre directores y maestros de los planteles. Según información de la Secretaría de Educación Pública, las cooperativas y expendios de alimentos en escuela generan entre 30 mil millones y 40 mil millones de pesos al año. Del ingreso total, 20% “se queda” en las escuelas como parte del “gasto operativo” para remodelación de baños, compra de papelería y equipo para la administración y mantenimiento del plantel.

 

En la secundaria técnica número 84, el responsable de la tienda escolar, Luis Miguel Guzmán, señaló que la entrada en vigor de los lineamientos para la regulación de la comida provocó una caída en las ventas de 30%. “Los niños ya no vienen a comprar tanto... ahora los traen desde su casa y por eso baja la venta”, señaló. El director de ese plantel, en la Unidad Habitacional Belisario Domínguez, espera que los recursos sean igual con el cambio a productos más saludables. Los recursos que se generan en la tienda “siempre han sido un apoyo benéfico para las instituciones; siempre ha sido aprovechado en el buen mantenimiento”, afirmó.

 

Esperan aportación igual El profesor Luis Miguel Díaz López, de la primaria Mariano Matamoros, de Ecatepec, Estado de México, indicó que en los planteles mexiquenses hay tiendas concesionadas que aportan una cuota fija al mes que “se destina al mantenimiento”. Dijo esperar que los nuevos productos que sustituyen a la chatarra permitan que las aportaciones sigan igual. José González Figueroa, maestro de la secundaria 301 del DF, dijo que a la prohibición de la chatarra en las escuelas se suma la pérdida del poder adquisitivo de los padres de familia, que impide que les den más dinero a sus hijos para comprar en el recreo. Estos dos factores han provocado una “crisis económica en las escuelas y un deterioro mayor en la administración y el mantenimiento de los edificios”.

 

SEP DEBE APORTAR

 

Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, aseguró: “El hecho de no vender lo que antes vendían las tienditas escolares tiene que obligar a la SEP a entregar los cerca de 8 mil millones de pesos que podrían no generarse en esos expendios”. Consideró que el mantenimiento “nunca más debe ser pagado por lo que ingresa en las cooperativas. Si la secretaría no lo hace contraviene el artículo tercero constitucional”. El ex subsecretario de Educación Básica Olac Fuentes Molinar dijo:

 

“No se justifica que por obtener determinada cantidad de recursos se argumente que se deben vender comidas no adecuadas para los niños, pero también es cierto, que hay un problema de omisión de la secretaría en la asignación de un gasto para mantenimiento de los planteles”. EL UNIVERSAL buscó una postura de la SEP al respecto pero no hubo respuesta. Sobre las quejas de los niños de que los alimentos elaborados son muy caros (una torta de huevo cuesta 10 pesos o un taco de arroz, cinco pesos) Guillermo Ayala Álvarez, coordinador de vinculación federal de servicios educativos en el DF, comentó que estos precios también tendrán que ser acordados entre los directores y los padres de familia.