ACUERDO GOBIERNO-SNTE

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El reciente acuerdo de solución, al problema de las jubilaciones pendientes, que según notas periodísticas, superará las controversias con el patrón, puesto que señala ¨eliminará el rezago, y dará cobertura a todos los casos que vayan llenando requisitos¨, apuntala la posibilidad de evitar distractores que limitan la actividad docente que realizamos, porque hoy, más que nunca, reviste fundamental importancia el hecho de que debamos hacer lo necesario para forjar otro tipo de ciudadanos que verdaderamente respondan a una elevación de la sociedad y no a su degradación, como ya ocurre. Debemos reconocer ampliamente, la feliz respuesta lograda por el gremio, que la merece en razón de la justicia que le asiste, y al fuerte reclamo presentado. Hay que dar vuelta a la página sin dejar de vigilar el estricto cumplimiento del acuerdo de referencia para evitar que vuelvan a ocurrir las prácticas que lo motivaron en nuestro perjuicio. Ahora, es momento de voltear al interior de la casa, para mantenerla limpia, y si se dan casos de corrupción, poner el remedio necesario, y si existieran hechos delictivos, denunciarlos ante quien corresponda, porque la fuerza moral que nos agiganta, está en evitar la podredumbre, que hoy está asolando a la sociedad, y de la que ningún grupo social o institución escapa.

Es momento de actuar congruentemente, y responder al llamado de nuestra especie, y propiciar su elevación en todos los órdenes, que justifica su razón de ser, lo que obligadamente conlleva a poner por encima de todo, la inteligencia, el talento y los valores en la búsqueda de su desarrollo y mejor nivel de vida, producto del esfuerzo y decisión de crear un mundo diferente al que nos tocó vivir, y que si no cambiamos irremediablemente nos traslada a la destrucción. Reconozcamos que el quehacer que desempeñamos, significa la llave de acceso y el instrumento más propio que garantice a las nuevas generaciones, (nuestros propios hijos), la posibilidad de lograr el mundo de felicidad que se anhela. Nada es mejor que el cumplimiento de las obligaciones como el motivo del disfrute en lo que hacemos, ello da sentido a la existencia; que el gobierno cumpla no es ningún mérito, el abrazar la docencia con gozo, por el que ya recibimos un salario, tampoco significa reconocimiento externo, sino la satisfacción de cumplir con lo que decidimos hacer, y debemos hacerlo bien.

Aceptemos que así como el navegante debe saber el rumbo a tomar para arribar a puerto seguro, el puerto seguro de nuestros educandos será el de la responsabilidad, preparación, trabajo, armonía y equilibrio en todas sus acciones, sabedores de que es urgente cambiar el miedo del que somos victimas, para enfrentarnos con decisión a alejar de las drogas y demás tentaciones a nuestros alumnos, asumiendo verdaderamente el rol como generación adulta; no debemos soslayar por comodidad o conveniencia el compromiso social que tenemos, evitemos ser padres regañados por los hijos y sin presencia ante ellos, no nos desmoronemos ante sus ojos, seamos el factor de concordia en la familia –todavía tenemos tiempo-, la sociedad no tendrá otra oportunidad; el gobierno debe hacer lo propio y las familias cumplir a cabalidad las funciones de esta institución. Nuestra presencia y aprecio social, son resultados de la confianza del pueblo en sus maestros, porque nos reconocen poseedores de una profunda raigambre popular.

A pesar de toda esta perturbadora realidad, no perdamos el ánimo y la esperanza, pues nuestra noble profesión es la palanca para el conglomerado humano, aprovechemos cuanta oportunidad sea posible para favorecer la unión familiar y que la paz consolide la felicidad, permitiendo que se prolongue al 2010 con prosperidad y que se cosechen todos los mejores propósitos convirtiéndolos en los mayores logros.