Versión estenográfica del Dalai Lama con maestros del SNTE
Créditos: Portal 37
www.seccion37.com.mx 11 de Septiembre,
2011
Estoy extremadamente feliz de estar acá con ustedes, con esta oportunidad de poder conversar con ustedes y también intercambiar ideas con todos ustedes, los maestros.
México, D.F. 11 de Septiembre de 2011.
Versión Estenográfica de la Conferencia Magistral "Afilando la Mente y Nutriendo
al Corazón" dictada por el Dalai Lama y que forma parte de las actividades del
5º Congreso Nacional de Educación y 3er Encuentro Nacional de Padres de Familia
y Maestros que se llevó a cabo en el Centro Cultural del México Contemporáneo.
Presentador: El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y su
Presidenta Nacional, la Maestra Elba Esther Gordillo les damos la más cordial
bienvenida a este importante evento.
El Centro Cultural del México Contemporáneo es el escenario ideal para reunirnos
esta tarde y escuchar el mensaje que trae para los maestros de México el
Decimocuarto Dalai Lama, a través de su conferencia magistral "Afilando la mente
y nutriendo el corazón".
Lic. Marco Antonio Karam: Buenas tardes a todos. Es un placer estar aquí con
ustedes. Soy Marco Antonio Karam, el Director de la Casa Tíbet en México, la
institución que organiza esta tercera visita de su Santidad el Dalai Lama a
nuestro país.
En esta ocasión tenemos el gran, gran privilegio de compartir este evento con el
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Gracias al gran trabajo que
han hecho para que este evento pueda acontecer, para que pueda llevarse a cabo y
para que el Dalai Lama pueda compartir con nosotros algunos conceptos, algunas
ideas básicas de su filosofía educativa en términos generales.
Me gustaría presentar a uno de nuestros huéspedes de honor para este evento, que
es el gran actor filántropo y activista social norteamericano Richard Gere.
Richard Gere: Buenas tardes.
Lic. Marco Antonio Karam: Les platico un poco de Richard Gere. Richard Gere es
como saben internacionalmente conocido como uno de los más prominentes actores
norteamericanos de su generación.
Richard Gere: No es necesario. Me da mucho, mucho gusto tener la oportunidad de
estar aquí con ustedes. Y debo decirles que es una experiencia muy conmovedora
para mí el estar aquí los últimos dos días en México.
Su Santidad el Dalai Lama me estaba compartiendo lo conmovido que se sentía por
la conferencia que acaba de impartir en el Estado Azul de futbol, aquí en la
Ciudad México, para más de 30 mil personas.
Su Santidad, Dalai Lama siente la presencia de un corazón muy genuino en el
pueblo latinoamericano en general, pero lo siente de forma especial en el pueblo
mexicano y yo en lo personal realmente hago votos para que ustedes como pueblo
nunca lo pierdan.
¿Cuántos maestros hay aquí?
Ah, magnífico.
De todas las edades ¿verdad? De niños pequeños, niños, adolescentes,
universitarios también. Esto es maravilloso.
Ciertamente la educación no es uno de mis campos de perfeccionamiento, pero soy
padre de dos niños y soy un padre siempre preocupado con el mundo.
Y una de esas cosas que a todos los padres les interesa es la educación de sus
hijos, naturalmente.
Si uno tiene mucho dinero, tiene poco dinero, tiene una amplia educación o no la
tiene uno tiene siempre el deseo y el impulso de poder facilitarle a sus hijos
la mejor educación que sea viable o posible para éstos y siempre me impresiona
que a los maestros se les pague poco, cuando la responsabilidad en la formación
de nuestros hijos está en sus manos y desde esa perspectiva deberían de ser las
personas de nuestra sociedad que reciben los mejores salarios.
Por ello pienso que hay dos cosas fundamentales en toda comunidad, en toda
familia, en toda aldea: La educación y la salud. Casi todo lo demás en ese
contexto no tiene significado alguno y el lado educativo está muy asociado con
el concepto de linaje y este concepto, el del linaje, es también uno muy
importante en la tradición tibetana como Tony y yo sabemos porque nosotros
provenimos de una muy similar tradición.
Ahora, alguien como el Dalai Lama, él proviene de un linaje directo incorrupto,
desde el buda histórico, quien vivió hace 2 mil 550 años hasta la fecha,
transitando el mismo de maestro a discípulo, de discípulo a maestro, de maestro
a discípulo, hasta la figura propia del Dalai Lama, lo cual quiere decir que las
cualidades presentes en cada uno de estos grandes personajes y maestros, se
hereda del uno al otro.
Lo mismo podríamos decir del proceso educativo en términos generales. Ustedes
como maestros heredan sus cualidades, sus capacidades y características a los
estudiantes que forman, y esto es algo fundamentalmente importante.
Y otra cosa que tendría que decir o mencionar acerca del Dalai Lama, es que éste
está en la frontera del diálogo con la ciencia. Siempre muy curioso, siempre
interesado por lo que está sucediendo en la frontera de la ciencia y la frontera
de la educación, en la frontera de diferentes campos de aprendizaje, tanto del
presente como para con el futuro.
Y como educadores, tenemos que estar también todos, me imagino, en la frontera y
específicamente ésta es hoy en día las de las ciencias del cómputo que tienen
que trascender las fronteras y formar a nuestros chicos con la información más
actual.
Yo he presentado, el Dalai Lama, muchas veces alrededor del mundo y en este
momento es probablemente una de las personas más respetadas, famosas y
reverenciadas en el planeta entero.
Así que de alguna manera creo que esto es algo que ustedes van a poderle
comentar a sus hijos, éstos a sus hijos, a sus nietos, de que estuvieron aquí en
este momento para conocer a una persona de la envergadura del Dalai Lama con su
energía y con sus cualidades.
Así que por favor, démosle la bienvenida a su Santidad, el Dalai Lama.
Dalai Lama: Hermanos y hermanas, estoy extremadamente feliz de estar acá con
ustedes, con esta oportunidad de poder conversar con ustedes y también
intercambiar ideas con todos ustedes, los maestros.
Estoy diciendo a ustedes que son formadores de la mente humana y quiero
referirme al siglo pasado, que es un siglo de mucho derramamiento de sangre.
De acuerdo con ciertos expertos se dice que el siglo pasado murieron 200
millones de personas por las distintas guerras y los distintos actos de
violencia.
Si es que esa violencia tan extrema que ocurrió el siglo pasado hubiera dado
lugar a una mejor sociedad y a mejorar también la calidad de vida de las
personas tendría algún tipo de justificación, pero ese no fue el caso. Es decir,
que el siglo pasado tiene esas características, pero ahora estamos en otro
siglo, el siglo XXI, y creo que este siglo XXI tiene que ser el siglo del
diálogo, el siglo de la reconciliación, por lo tanto cuando haya problemas que
puedan surgir en vez de recurrir a la violencia, al ataque o a lo que fuera
tenemos que, primero, pensar en resolverlo a través de la conversación, a través
del diálogo, y luego de haber conversado y ver los distintos puntos siempre
tratar de solucionar los problemas de esa manera cediendo, en algunos casos,
para llegar a un punto en el cual ambos ya hayan hecho una negociación que los
lleve a un acuerdo. Eso creo que es algo muy importante y que tiene que ser la
característica de este siglo XXI.
En otras épocas en el pasado en el mundo existían distintas comunidades o
distintos pueblos y cada uno de ellos, se podía decir que vivían en forma
bastante independiente. Entonces, en aquel tipo de estructura entre pueblo y
pueblo podía pensarse que si había una lucha entre un pueblo y el otro alguien
iba a salir ganando y otro iba a salir derrotado. Pero hoy en día eso no es así,
la realidad del mundo no es así, en la cual ya los distintos países son
totalmente independientes de los otros y por lo tanto atacar a un enemigo y
derrotarlo con la violencia, también lo que estamos haciendo es derrotándonos a
nosotros mismos.
Otro aspecto que también creo que es importante considerar, es encarar
seriamente una posibilidad de desmilitarizar el planeta, algunos países ya lo
han hecho y están destinando los fondos que antes se destinaban para todas las
fuerzas militares, para otros proyectos mucho más constructivos.
Si llegáramos a lograr que los países comenzaran a desmilitarizarse, habría
también un efecto económico directo, ya que todo ese enorme capital que se está
invirtiendo en las fuerzas militares se asignarían para otros proyectos como la
educación o la salud, proyectos que son muchísimo más constructivos y más
beneficiosos para todos.
Cuando encaramos esto, tenemos que pensar que todo tiene que comenzar,
inclusive, si es que logramos desmilitarizar, yo creo que también habría un
efecto sobre el medio ambiente, porque estoy convencido que tantas fuerzas
militares con su equipamiento, también dañan al medio ambiente. O sea, que
tendríamos el efecto positivo también a nivel del cuidado del medio ambiente.
Todo esto es algo que si lo empezamos a considerar y lo tenemos como visión para
este siglo, creo que podría llegar a ocurrir más adelante, lleva años, pero en
algún momento es posible que si sentamos las bases de resolver los problemas por
diálogo y no por conflictos y tratar de encontrar una solución simplemente a
través del diálogo y de considerar el punto de vista del otro.
Entonces, sobre esas bases es posible que eventualmente exista la
desmilitarización del globo y el mundo, entonces se pueda sentir un espacio de
paz mucho más genuino.
Lo que sucede ahora es que debido a la enorme militarización que existe en el
mundo, entonces naturalmente eso induce al miedo. Hay ciertos países que viven,
los pobladores de esos países viven en constante miedo, porque sus gobiernos
siempre recurren a la violencia para resolver cualquier tipo de problema.
Cuando desmilitaricemos el plantea, entonces naturalmente la gente va sentir
menos miedo, o sea, que habría que considerarlo seriamente.
Ahora, cómo es que vamos a construir un mundo de paz, definitivamente no lo
vamos a construir rezando, porque ya lo vimos en el Siglo XX, si hubiera sido
una solución, simplemente rezarle a Dios para que el mundo estuviera en paz,
como Dios es paz; entonces no habría habido ninguna guerra.
Los que hacen, los que hacemos las guerras somos los seres humanos, y también
los que debemos traer la paz, tenemos que ser los mismos seres humanos, somos
los que hacemos la guerra, pero también somos los que debemos construir la paz.
Y para construir la paz, y para construir la paz, entonces se necesita esfuerzo,
se necesita entusiasmo, se necesita también convicción.
Yo siempre me considero como que pertenezco al siglo pasado, no sólo yo, sino
también el traductor, también mi otro traductor, incluimos también a Richard
Gere, que estaría entre aquellos que pertenecemos al siglo pasado.
O sea, que en realidad la responsabilidad de crear un mundo de paz reside más
bien en los jóvenes, aquellos que tienen menos de 30 años, está en ellos, en su
entusiasmo, está también en su determinación, está también en que ellos tengan
una clara visión de lo que significa este emprendimiento de lograr la paz en el
mundo, para que el mundo pueda encauzarse hacia finalmente encontrar un estado
de paz.
Por eso, todos ustedes que son educadores y por lo tanto son formadores de la
mente de estos jóvenes, que son los responsables en el Siglo XXI de construir un
mundo de paz, tienen como responsabilidad su educación, la educación que
imparten a sus alumnos, darles métodos, darles perspectivas, darles también
ideas y formas, como para ayudarlos a construir este mundo y que se convierta en
un mundo de paz.
Para mí, yo vengo, hablo un poco, digo unas palabras, me encuentro con ciertas
personas, pero después me voy. En realidad, la responsabilidad recae o está en
sus hombros, porque ustedes están con estos chicos, meses, años, y durante todos
esos años son un aporte fundamental para formar la mente y la visión de todos
estos niños; o sea, que realmente la responsabilidad también recae en los
maestros y los profesores.
Con respecto a esto, entonces hay un aspecto que siempre enfatizo y que es que
tenemos desarrollar en nuestro corazón esa calidez y esa compasión con respecto
a la situación de todos los demás.
Yo creo que a lo largo de los siglos en la historia de la civilización humana,
nosotros, los humanos, pertenecemos a los mamíferos, pero somos distintos en que
tenemos esta inteligencia humana, que nos ha hecho progresar a lo largo de los
distintos siglos hasta haber llegado a lo que hemos visto en estos últimos
tiempos, que es un progreso material extremo, que ha contribuido enormemente a
mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos. Eso es innegable.
La educación en realidad es un aporte fundamental para que nuestra inteligencia
humana actúe y sea efectiva. Yo considero la educación como aquello que abre las
puertas de nuestra inteligencia y justamente, por eso es que tiene tanta
importancia.
Sin embargo, creo que la educación ha tenido durante todo este tiempo un enfoque
más bien dirigido a lo que es el progreso material y ha descuidado en gran
medida lo que significa el desarrollo de los valores internos humanos nuestros
como, por ejemplo, la calidez en nuestro corazón, la compasión también, el estar
preocupado por el bienestar de todos los demás seres, todo ese tipo de
cualidades, ese tipo de sentimientos son sentimientos que también hay que
incluir en el aspecto formativo que tiene la educación.
En realidad lo opuesto a esto es el egocentrismo y el egocentrismo es aquel a
través del cual entonces existe lo que siempre hemos visto que ha sucedido en el
mundo, cuando hay un conflicto entonces lo que sobreviene es yo, el egocentrismo
aquí y de ahí en adelante hay que solucionar el problema derrotando al resto o
venciendo. Eso es un producto del egocentrismo que es lo que ha privado en mucho
tiempo hasta ahora, pero eso ya es anticuado y realmente el mundo tiende ahora
tener otro tipo de visión.
Tenemos que tender también a construir un mundo en el cual haya mucho más
igualdad, en el cual los seres, las personas realmente tengan mucho más
preocupación por el bienestar ajeno, el bienestar de toda la sociedad y no estar
tan involucrados con su propio beneficio en desmedro del beneficio de los demás.
Todo eso puede ocurrir, puede tener lugar si realmente no descuidamos el
desarrollo de estas cualidades interiores como el corazón cálido, la compasión,
la empatía y demás.
Ahora, cómo es que entonces los maestros tienen que enseñar la compasión a sus
alumnos. La compasión no se enseña exclusivamente con palabras, no se enseña
simplemente explicando lo que significa, porque eso no es suficiente, el alumno
tiene que ver también que el maestro está expresando con toda su conducta y con
su actitud esos signos de compasión en sí mismo.
Eso es realmente muy importante, porque los niños registran eso y además cuando
se relacionan con su maestro es lo que están esperando, están esperando que el
maestro sea transparente, que sea una persona que no miente, una persona
honesta, una persona muy directa y franca.
Esas cosas le llegan al alumno y un alumno que se encuentra con estas
características que está expresando preocupación por el bienestar el del alumno,
por el bienestar también ajeno de todos los demás; es decir, que le importa lo
que está sucediendo en todos los demás y asimismo en sus alumnos.
Esas facultades que tiene el maestro y que está demostrando con su conducta y
con su actitud, el discípulo seguramente las registra, así como también va
registrar si un maestro adopta algún tipo de actitud falsa, de compasión y que
es artificial, porque el alumno también lo va a percibir.
Por ejemplo, hasta los animales también perciben cuando uno tiene o está
actuando de una manera que no es realmente honesta. Si uno lo alimenta al animal
con un corazón realmente cálido, preocupado por el bienestar del animal, el
animal enseguida responde y lo capta.
Pero si en realidad uno lo está alimentando, pero mentalmente tiene otro estado
de ánimo y es como que está artificialmente tratando de demostrarle que lo
quiere, el animal enseguida lo capta y eso sucede también con nosotros, con los
seres humanos.
Por eso es tan importante que el maestro demuestre con su actuar y con su
actitud, con su conducta también, esa compasión que está pregonando con sus
palabras.
Si eso ocurre, entonces es muy probable que alumno también le resulte mucho más
fácil estudiar los otros temas que son parte de su sistema educativo y cuando
eso ocurre, cuando el alumno ve que el maestro está mostrando esa sinceridad,
esa compasión y esas calidades, cuando ese alumno crezca y después se reciba en
algún tipo de profesión, dentro de esa profesión seguramente ese alumno va
utilizar la profesión con ese tipo de visión en el cual hay empatía por todos
los demás seres, siempre orientado a buscar el bienestar general y pensar y
preocuparse por el bienestar de todos los demás.
Eso proviene de esa manera. En cambio, si el maestro es alguien que está siempre
enojado, alguien que demuestra mucho odio, mucho resentimiento o ese tipo de
aspectos o emociones, el discípulo va a vivir en medio, y el alumno no va a
progresar tampoco y ya no va a entender lo que significa la conclusión.
Por eso creo que estas son las cualidades necesarias también para el maestro.
Los maestros, ustedes, son los que están construyendo el mundo futuro, en
relación a los chicos que están educando, le están formando la mente, le están
formando la actitud.
Yo sé que es algo que no es simple de hacer, es algo que lleva mucho trabajo,
que necesita mucha convicción, paciencia y que seguramente se van a encontrar
con un montón de problemas y escoyos, pero lo que les pido es que nunca pierdan
la esperanza, que no se desalienten y que traten continuamente de abrazar con
esa visión toda su transmisión de conocimiento hacia los alumnos, porque
realmente esa es la base para construir un mundo mejor.
Para mí es fácil, yo les estoy hablando ahora, mañana me voy a ir del país, y
son ustedes los que día tras día, mes tras mes, año tras año, van a estar en
contacto con sus alumnos. O sea, que les pido que siempre tengan esa fortaleza
interna, que proviene de la fuerza interior de la compasión, del amor, y del
corazón cálido.
En mis reuniones con educadores de la India, de los Estados Unidos, de
Norteamérica y también de Europa, hemos estado conversando de qué manera incluir
dentro del programa educativo, los valores éticos y morales dentro del programa
educativo, para que los niños ya comiencen a recibirlos desde la escuela.
Este es un aspecto importante, porque además lo que estamos tratando de
encontrar es algún método, algún sistema, que pueda ser incorporado en la
currícula de los colegios, de las universidades, ya desde el principio en
delante de todo el proceso de educación, desde que ingresan a cualquier sistema
de educación, hasta la graduación completa.
Por eso creo que también sería conveniente que acá en este país, que se reuniera
gente que tengan esa intención también, de qué manera encontrar un método entre
sicólogos, pensadores y educadores haciendo unas consultas entre ellos, de
manera de encontrar un método para incluir dentro del sistema educativo, desde
el programa que reciben los niños, este contenido del desarrollo de la ética
moral.
Quizás sería conveniente empezar con una o dos escuelas y después de ver los
resultados y si los resultados son favorables, entonces continuarlo con diez
escuelas, 100 escuelas, y después cuando vemos que ese resultado también es
favorable, entonces empezar a implementarlo en las distintas provincias para
que, finalmente, todo el sistema educativo ya esté con esa disciplina de lo que
significa la observación de la ética moral.
Eso es lo que yo pienso. En realidad con respecto a esto y lo demás, nosotros
tenemos un dicho tibetano que es: si uno fracasa nueve veces, hay que
reintentarlo también nueve veces. O sea que, aunque haya problemas para
implementarlo, igual es algo que creo que tiene que seguir con la determinación
para hacerlo. Eso es que yo pienso.
Y creo que en el caso de México, México es un país de tamaño medio, no es como
los Estados Unidos, que es demasiado grande, ni como otros países de
Centroamérica que son demasiado chicos, tienen un tamaño de país mediano y por
eso les pido que piensen en alguna iniciativa como para poder implementar todas
estas ideas.
Muchas Gracias.
Sesión de Preguntas y Respuestas
Pregunta: ¿Existe alguna diferencia entre los pueblos orientales y occidentales
sobre la finalidad de la educación?
Dalai Lama: Creo que en estos tiempos modernos, en Asia la educación y la
educación en occidente no tienen muchas diferencias.
Ahora, con respecto a tiempos del pasado, tanto en Asia, en la India y en otros
países, incluyendo a otros países árabes, me da la impresión de que la educación
en esos países tenía mayor énfasis en estos valores interiores.
Pero igual, no conozco mucho el tema, no estoy seguro.
Pregunta: ¿Cómo inculcar amor y compasión en los niños que viven y conviven a
diario viendo y oyendo escenas y noticias violentas?
Dalai Lama: Yo creo que en esto tienen un rol muy importante los medios, y por
eso es que siempre que me encuentro en una conferencia de prensa con los medios
comienzo diciendo cuáles son mis dos intereses principales. Uno de ellos es la
promoción de los valores humanos interiores, que es de lo que estuvimos hablando
acá, y el segundo es de la armonía interreligiosa y siempre hablo de esa manera
porque creo que los medios tienen una responsabilidad enorme en transmitir las
noticias, en la forma en que las transmiten.
En general veo que los medios ponen demasiado énfasis en los aspectos negativos
y resaltan muy poco lo que hay de positivo en las distintas situaciones.
Por ejemplo, en el caso de México, que son 110 millones de personas. En realidad
si nosotros nos remitimos a juzgar por lo que recibimos a partir de lo que vemos
en los noticieros entonces nos parecería que este país está constantemente
afectado por los ataques, la violencia y demás.
A mí me sucedió que cuando ya me disponía a venir a México vi noticias en la BBC
y en otros medios diciendo que habían muerto diez personas acá, 15 personas en
un ataque allá y así sucesivamente.
Pero después, por supuesto, al llegar a México veo que la gente es muy
agradable, que encuentro paz en todo lo que me estoy moviendo, y realmente eso
refuerza mi convicción de que en su gran mayoría el mundo vive en paz. En su
gran mayoría el mundo no es violento.
De los 110 millones de personas que viven acá cuántos hay que son los que
generan actos de violencia. Si los contamos quizás no superen los mil, y estamos
hablando de 110 millones de personas que viven constantemente siempre tratando
de solucionar o de vivir su vida en un ambiente feliz y con muchos aspectos que
son muy positivos también de la sociedad, que nunca se recalcan en los medios.
En la vida cotidiana hay personas de avanzada edad que son cuidadas por los más
jóvenes, los que son muy chiquitos, son cuidados con mucho afecto por los
mayores.
Todo eso son actos que se hacen cotidianamente, todo el tiempo y que son actos
que provienen del afecto humano. Eso que nosotros tenemos en nuestro organismo
como una condición natural y que hace que las sociedades puedan convivir.
Por eso es tan importante que realmente los medios contribuyan en esto, así como
también otros distintos aspectos que forman la sociedad y que tienen que hacer
ciertos cambios para que todos coincidamos en ese objetivo común de construir un
mundo mejor.
Para esa construcción del mundo mejor necesitamos que los medios colaboren,
también necesitamos que cada uno de nosotros en nuestra propia profesión, una
vez que tengamos ese objetivo de construir un mundo más pacífico y más justo,
entonces empecemos hacer ciertos cambios.
Por ejemplo, he oído que en Suecia una fábrica de juguetes decidió descontinuar
unos juguetes de armas. Las decidió descontinuar porque eso necesariamente era
algo que de alguna forma incitaba a la violencia y por eso tomó la decisión de
descontinuarlo. Eso es uno de los gestos a los cuales me estoy refiriendo.
Si realmente lo pensamos bien, vamos a encontrar muchas maneras de adecuar
nuestra profesión y nuestra actividad, como para que se oriente hacia ese bien
común.
Hoy en día, en realidad veo que los chicos están muy llevados por las
apariencias, es decir, por la música o por lo que están viendo. Por ejemplo, la
televisión, pasan horas en televisión, están ahí plantados frente a la pantalla
de la televisión o si no con los jueguitos que están constantemente jugando.
Pero si lo analizamos esos son, todos, aspectos que dependen de nuestro sentido,
son todos aspectos sensoriales, de visión, de audición y demás, que en realidad
son bastante superficiales, porque no están ahondando en lo profundo de la mente
y las posibilidades y capacidad de la mente humana que tenemos.
Entonces, cuando el chico está perdiendo tanto tiempo y siempre dirigiendo su
atención hacia lo externo de esta forma, descuida el desarrollo de su capacidad
intelectual y de su capacidad de la inteligencia también, eso es algo que hay
que también encarar.
Realmente nosotros, por ejemplo, en el Tíbet decimos que para el conocimiento
hay tres aspectos que tenemos que seguir: Un aspecto del conocimiento es el
aspecto de recibir la información. Luego de haber recibido la información
tenemos que reflexionar sobre el sentido de la misma, hacer investigación,
tratar de llegar a una convicción propia de lo que significa esa información que
hemos recibido.
Y luego, al crear una asiduidad con eso que hemos estudiado y al cual hemos
llegado a estar convencidos, nos familiarizamos de esa manera con ese
conocimiento, de tal forma que ya forma parte de nosotros, es parte de nuestra
propia experiencia.
Estos tres son muy importantes, simplemente dejar el conocimiento a un nivel
externo no tiene un efecto tan profundo en la transformación de la persona.
Creo que también tenemos que encarar ese aspecto que existe en la juventud,
están tan volcados hacia lo externo en vez de dedicar más tiempo para cultivar
su propia potencialidad interna.
Pregunta: ¿Cómo logramos los maestros poner en contacto a los alumnos, con su
unidad, mente, cuerpo y espíritu?
Dalai Lama: Esta pregunta me confunde, confunde mi mente.
Si nosotros consideramos nuestro cuerpo y nuestra voz o nuestra palabra y
también nuestra mente o el espíritu, en realidad, estos tres aspectos no son
entidades separadas, no podemos concebir nuestra palabra, sin que exista también
nuestro cuerpo, tampoco podemos concebir nuestra mente, sin estar asociada a
nuestro cuerpo; es decir, que realmente ya desde el mismo momento de la
concepción, estos tres aspectos están unidos, y es así como los tenemos.
Por supuesto que en el momento de la concepción quizás no haya habla, pero está
también la de la palabra ya existente, dentro de ese niño; o sea, que en
realidad son tres aspectos que están siempre unidos.
Cómo contactar esa unidad, es algo que me confunde un poco, no sé muy bien cómo
encararlo.
Quizá lo que se quiso decir con esta pregunta, sobre la unidad de estos tres
aspectos, tiene que ver con cómo funciona nuestra mente o nuestra conciencia, y
desde el punto de vista budista, explicamos que tenemos las conciencias
sensoriales, que son las que perciben: la conciencia auditiva, la gustativa, la
táctil. Todas estas conciencias son también formas de percepción que existen.
Ahora bien, cuando está también la parte de las cinco conciencias sensoriales,
está la conciencia mental. Entonces, por ejemplo, si yo estoy viendo con los
ojos y estoy oyendo, supongamos que un alumno está oyendo y recibe información a
través de sus oídos, es decir, su conciencia auditiva, pero en el momento,
mientras está oyendo eso; entonces, hay algo que sucede en sus ojos y entonces
se deja llevar por su conciencia visual. En ese momento, cuando ya se deja
llevar por lo que percibe la conciencia visual, disminuye la atención por lo que
está oyendo por los oídos y ya no lo puede sostener, ya no lo puede seguir.
Entonces, realmente ahí tenemos que ver cuál es el rol de nuestra conciencia
mental y la educación en general se puede decir que radica u opera en nuestra
conciencia mental, no opera en las conciencias sensoriales, porque las
conciencias sensoriales son aquellas que, simplemente, nos traen la información
de lo que se va percibiendo cada uno de los sentidos, su propio objeto de
percepción.
Pero todo el proceso de estudio, de relación, de investigación, de análisis,
ocurre en la conciencia mental.
Por eso también es que había dicho que cuando la gente está tan dispersa con las
conciencias sensoriales, la energía mental disminuye. Si no tenemos
concentración, si no tenemos atención a nuestro nivel mental, entonces la
habilidad de la mente disminuye, la capacidad cognitiva de la mente disminuye
cuando carece de la atención.
Hay mucha información en las tradiciones de la India antigua sobre el estudio de
lo que es la mente y la conciencia, incluida también la tradición budista y hoy
en día hay un creciente interés por la ciencia, la neurociencia, por ejemplo, la
que estudia los procesos del cerebro y también la Psicología, hay un creciente
interés por aquello que ya ha sido descubierto en estas tradiciones antiguas de
la India sobre los procesos mentales y también las conciencias.
A nivel de información les quiero comentar que en la India varios eruditos
budistas estamos recopilando lo concerniente al estudio de la mente y las
emociones. Dentro de la tradición budista estamos volcando todo eso en los
textos que por ahora están en tibetano, pero que eventualmente se van a traducir
al inglés, después de haberlo traducido al inglés, por supuesto, se traducirá al
español, al italiano, francés y otros idiomas.
O sea, que todos los que estén interesados en la mente van a encontrar ahí una
fuente de información que yo creo que es muy relevante, porque en realidad de lo
que se trata ahí es el estudio de nuestra propia mente, eso es lo que estamos
recopilando.
Pregunta: Su ejemplo de vida es magnífico, pero quisiera saber qué lo inspira y
qué lo motiva a seguir adelante.
Dalai Lama: En principio, yo tuve una madre que era muy bondadosa y amable, creo
que ninguno de nosotros en la familia, mis hermanos o hermanas la vimos jamás
mostrar una cara de enojada, así de ninguna manera. Siempre nos mostró mucho
cariño, muy amable y muy bondadosa.
O sea, que es lo que siempre digo desde chico, en mi niñez, cuando era muy chico
recibí ese enorme afecto de mi madre y es por eso que creo que eso sentó las
bases para el corazón cálido y demás de lo cual siempre me refiero.
Después, cuando crecí y empecé hacer mis estudios, también ahí reincorporé
muchos conocimientos sobre la psicología y la filosofía, pero además eso es
particularmente lo que concierne al budismo.
Pero además incorporé también conocimientos y práctica de algo que es común a
todas las religiones, que es conocimiento sobre la compasión, la empatía, el
amor, la tolerancia, la reconciliación y todo ese tipo de aspectos. No solamente
los estudié, sino también reflexioné mucho sobre esos valores.
O sea, que eso también es un aspecto que contribuye a que esto sea parte de mi
vida y quizá responda a la pregunta de ¿por qué yo sigo viviendo y sigo delante
de esta manera?
Hay otra cosa, otro aspecto fundamental que quiero recalcar y es que realmente
yo cuando me encuentro en una conferencia, me encuentro con muchas personas,
siempre comienzo diciendo: Hermanos y hermanas.
Y no son palabras huecas, realmente yo lo siento de esa manera.
Para mí hay un nivel fundamental entre todos nosotros como seres humanos, en el
cual no existe ninguna diferencia. Por supuesto que hay otro nivel secundario en
el cual yo soy de Asia, soy budista, ustedes son mexicanos y son cristianos o
algún otro tipo de religión.
Pero esas son diferencias secundarias a las cuales yo no les presto demasiada
atención, yo siempre trato de relacionarme a ese nivel fundamental en el cual no
existen tales diferencias.
Entonces, desde ese punto de vista yo me relaciono en una forma mucho más
directa, sin ninguna pretensión, porque hay mucho en común entre todos nosotros.
En caso contrario, si yo no adoptara esa postura, si yo empezara a pensar y
hacer mucho más hincapié en ese aspecto secundario de las diferencias y me
empezara a decir: Bueno, pero yo soy budista y yo soy el Dalai Lama, y entonces
cada vez empiezo a tener una actitud de mayor pretensión.
De esa manera, entonces me vuelvo también muy serio y eso lo único que logra es
apartarme, volverme más estresado y realmente no estar en forma relajada.
Realmente, cuando yo me relaciono con todos los demás, ese nivel fundamental, en
el cual somos todos los seres humanos y no existe ninguna diferencia, a mí se me
hace todo muchísimo más fácil, porque eso es lo que realmente importa.
Hacer mucho hincapié en las diferencias, hace que nos volvamos demasiado serios.
Por ejemplo, tengo una anécdota de una vez, en la visita anterior que hice a
México, tuvimos un encuentro interreligioso en la Catedral, en la cual había
representantes de diversas religiones, uno de los cuales era un maestro Dan y yo
lo miraba, él estaba constantemente muy serio con su rosario en la mano y
contando, con su rosario en la mano, pero siempre muy serio.
Y en un momento, algo pasó con la cuerda que une las cuentas del rosario que se
rompió, y todas las perlas o las cuentas del rosario se desparramaron por el
piso,y él ni se conmovió, siguió simplemente su misma postura de serio, sin
cambiar para nada.
Eso realmente nos está expresando como una condición humana tan afable o de lo
que yo estoy hablando.
Cuando en mis años más jóvenes, cuando fui a China en 1954 y tenía que
encontrarme con políticos y también cuando dejé el Tíbet y fui a la India, que
me tenía que encontrar con Presidentes y demás, realmente estaba bastante
nervioso, y como estaba nervioso, porque era una ocasión muy especial, también
los minutos me parecían horas, cuando estaba con ellos, estaba muy tenso.
En cambio ahora, como yo siempre me relaciono con todos los seres, desde ese
nivel fundamental en que somos todos iguales, el nivel de ser humano, cuando lo
relaciono, de cuando me encuentro con
Presidentes, como lo hice con el Presidente de este país o con el Presidente de
los Estados Unidos, o con quiera que sea, siempre me relaciono a ese nivel, y no
me importan los títulos o no me importa tampoco lo que es esa persona, porque
eso lo considero secundario y ahora me pasa que por ahí estoy en un largo tiempo
y las horas ahora me parecen minutos, mientras que antes los minutos me parecían
horas, ahora las horas me parecen minutos, simplemente porque tengo esa actitud
de relacionarme en un mismo nivel con todas las demás personas.
Y otro elemento que forma parte de mi vida es que yo soy un prácticamente de la
religión y de la compasión y la práctica de la compasión es algo que ha hecho
que yo he dedicado internamente todo mi cuerpo, mi voz, mi mente al servicio del
bienestar de todos los seres.
O sea, que después de un largo día de trabajo mi cuerpo, seguramente, estará
cansado, pero en mi mente yo estoy muy feliz, estoy muy contento porque tengo un
sentimiento de haber cumplido, de haber logrado ese cometido que tengo, esa
determinación de servir a todos los demás.
Entonces, cuando me voy a dormir, duermo muy plácidamente, sin tomar ningún tipo
de pastillas para dormir; duermo nueve horas todas las noches y estoy muy feliz.
Les agradezco a todos. He estado tres días en México y realmente, me ha
conmovido la calidez del pueblo mexicano.
Éste es el último evento, ya que mañana me voy de este país, pero debido a la
forma en que me conmovió la calidez de todos ustedes, es que he recibido una
invitación para volver y creo que voy a volver el año que viene.
Entonces, cuando vuelva voy a ver qué tipo de progreso se hizo en el campo
educativo.
Presentador: A nombre del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y
de su Presidenta Nacional, la maestra Elba Esther Gordillo, les damos las
gracias por habernos acompañado en este importante evento.
Les suplicamos, de la manera más atenta, permanecer en sus lugares mientras su
Alteza, el Dalai Lama, abandona este recinto.
Muchas gracias por su asistencia y buenas tardes a todos.