Reclamo de jubilados

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Para cubrir sus abusos y desatenciones, la autoridad ha pregonado la ausencia de recursos para realizar el pago de la prima de antigüedad correspondiente a los maestros jubilados recientemente, (se dice trescientos diez y seis) lo anterior, no obstante que la ley le obliga al pago en forma inmediata, ¡y no para el año 3000!; sin embargo, se acaba de resolver el aumento a los trabajadores burócratas del 8.2, resultado de la razón que les asiste, y la presión que ellos obligadamente ejercieron. ¡La justicia no puede subastarse!, ni tampoco puede aceptarse el enorme derroche de recursos que la autoridad realiza por su gran adicción por perpetuarse en el eterno vicio del poder, a costa del sojuzgamiento de la clase laboral, y tal vez la permisividad de la dirigencia.

¡Basta ya del silencio por mantener privilegios y abundantes beneficios!, la libertad intelectual es la obra legitima que procura darle al trabajador mayor esperanza que la servidumbres, sin futuro y sin destino propio. Porque el sojuzgamiento es la ruta cercana a las nuevas formas de esclavitud.

¡No mas acciones, ni tácticas sutiles a las órdenes de una diplomacia que atenta contra la dignidad humana, disfrazando de negociación la tibieza! Porque la integridad y los principios sólidos no se negocian, como tampoco puede romperse ni abollarse ninguna conquista laboral.

Los compañeros jubilados últimamente, no pueden continuar lívidos y consternados, por no recibir lo que por ley les corresponde y que incluso será para pagar lo que pidieron prestado a fin de cubrir las cuotas del ISSSTECALI, que el propio patrón no pago.

La bandera la ha tenido que enarbolar el secretario general de jubilados, ante la desesperación de muchos de ellos por la inacción que viven en su total perjuicio, espeluznante resulta a todas luces sentir al trabajador desprotegido por la banalidad de quienes debiendo entregar las soluciones, se encuentran mas deseosos de continuar con sus excesos, dando un espectáculo macabro por el derrumbamiento de principios y valores.

Es imprescindible la estricta observancia por parte de la autoridad del estado de derecho, como el mejor ejemplo a sus gobernados de la existencia de un buen gobierno; y el pago a los jubilados que por derecho les asiste, no puede retrasarse ni un minuto más.

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