Preocupaciones

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En los últimos tiempos, la sociedad actual, se ha distinguido por el abatimiento de algunos de los valores más fundamentales para el desarrollo y convivencia humana, y que representan el futuro de la humanidad. Muchos padres han abandonado las tareas mas importantes (conducir a sus hijos a estadios mejores).

Los jóvenes actualmente ¡y en abundancia!, reniegan porque los mandan y les encomiendan tareas por sencillas que éstas sean, pero evaden toda responsabilidad (y ni trabajan, ni quieren estudiar) y a veces además de malos estudiantes, se convierten en verdugos por exigentes con sus padres, porque además se ofenden cuando no les entregan los recursos que ellos reclaman para su diversión.

Los gobernantes usualmente se convierten en clubes de amigos, para preservar privilegios, aumentar sus prebendas y disfrutar del ocio y el desinterés para los gobernados (es la razón de tanta miseria, abandono y desigualdad sociales).

La clase dirigente en las Organizaciónes Sindicales, también ha contribuido y en gran medida a la desilusión laboral ¡la justicia no llega!, o como recientemente reconoció el propio Presidente de la República “se vende al mejor postor”.

Debemos advertir que está en nuestras manos, permitir que éstos sean los últimos actos de los incompetentes, que por su voracidad por el poder y privilegios (en cualquier dimensión) hacen trizas las organizaciones, por el abandono de las tareas de grandeza y la verdadera unión gremial y social, para cobijarse en la corrupción, la ambición y el atesoramiento personal y de pequeños grupos en contra de la dignidad de las mayorías que urgen y promueven su alejamiento de ellos, por la desconfianza y el abandono sufridos a diario.

Urge tomar consciencia generalizadamente de la riqueza que en conjunto representamos y que la producimos en bien de la patria, que será la mejor herencia que podamos dejar a las nuevas generaciones donde nuestros propios hijos son parte.

Imprescindible dejarles el mejor destino en su preparación y en la razón de su existencia, porque al darle sentido a la misma les daremos la “luz de guía” que los oriente en el tránsito de su vida, les privilegia la certidumbre en sus actos y los encumbre por su tenacidad puesta al servicio de los demás; porque ese excepcional papel histórico solo esta reservado a quienes se entregan a los mas nobles ideales, frente a los que sueñan con arcas llenas, que solo los convertirán en los mas ricos del panteón, porque al final de cuentas tendrán la tumba mas olvidada y tal vez la mas aborrecida.

Soñemos mientras, en el triunfo de la razón, en recobrar la mística del gremio de la docencia, como un magisterio que un día (ojalá sea pronto) redescubra que es el propietario original de sus derechos y que su emancipación, le haga recobrar su propia intelectualidad y confisque el acervo que le fue arrebatado y subastado tan impropiamente.

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