El secretario de Educación, JOSÉ ÓSCAR VEGA MARÍN, estuvo atento ayer a que se cumpliera con el 10 de mayo como día laborable en todas las escuelas. Se buscó que no se diera un puente por los festejos que año con año se dan a favor de las maestras que trabajan en su doble condición de madres de familia, pero que luego bajo ese pretexto se van de paso los maestros hombres y al final no hay clases ni por la mañana ni en la tarde, y la verdad es que ni las primeras tuvieron el receso, y menos los varones.

Ya se había tenido un acuerdo previo entre VEGA MARÍN y los dirigentes del magisterio, GREGORIO CARRANZA HERNÁNDEZ y ARCELIA GALARZA VILLARINO de que esta vez no habría puente, que todos deberían estar en los salones de clases, esto porque recién se había pasado una larga suspensión desde el primero hasta el cinco de mayo, por la acumulación del Día del Trabajo y la Batalla de Puebla.

Está también en puerta el festejo del Día del Maestro, para el quince de mayo, pero va a caer en sábado y por eso mismo no va a afectar las clases ordinarias. Una celebración, como esta en el Maestro, en que se entregan las medallas RAFAEL RAMÍREZ e IGNACIO MANUEL ALTAMIRANO para quienes cumplen 30 y hasta 40 años de servicios, junto con un estímulo económico y no se sabe dónde se realizará en esta ocasión, pues las instalaciones del Teatro del Estado, el recinto tradicional para estas ceremonias está dañado a consecuencia del sismo del cuatro de abril, y dado el número de homenajeados que superan los 500, es posible que se lleve al Centro Estatal de las Artes o a lo mejor se colocan grandes carpas en una zona jardinada para no exponer a nadie a las posibles réplicas que se siguen sucediendo y con bastante frecuencia con escalas variadas, pero que han llegado a los cinco grados Richter.