Por Correo Electrónico
Magisterio en rebeldía
Fuente: Organización Editorial Mexicana 19 de
septiembre de 2008
Se podría pensar que la firma del convenio para la Alianza
por la Calidad de la Educación, entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación con la SEP y con los gobiernos de los estados, acrecentaría el
poder de Elba Esther Gordillo Morales.
El presunto intento por abatir la venta y asignación de plazas de maestros por
compadrazgos y amiguismos, por simpatías partidistas o por cercanía a la
dirigencia sindical, provocó el rechazo de miles de maestros que salieron a
las calles a protestar, a bloquear oficinas de gobierno, casetas de peaje en
las carreteras y las principales avenidas, de por lo menos 19 entidades.
La demanda es la misma: exigir se cancele el acuerdo por la calidad educativa,
ya que consideran que afecta sus derechos laborales; dar marcha atrás al
anuncio del cierre de las escuelas normales y aumentar el número de plazas,
así como permitir heredar o vender las mismas, entre otros reclamos, como
frenar el alza de los precios y abolir la nueva ley del ISSSTE.
Y la renuncia de Elba Esther Gordillo, como líder del magisterio.
Para ejercer mayor presión, los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional
de Trabajadores de la Educación y otros grupos que se están organizando,
considerados como disidentes del SNTE de Elba Esther, mantienen un paro de
labores desde hace varios días en estados como Morelos, Quintana Roo, Oaxaca,
Michoacán y Guerrero, que son los más aguerridos.
Además, tienen planeado hacer una movilización masiva, para conmemorar los 40
años de los sucesos ocurridos el dos de octubre de 1968.
La presidenta del SNTE ya no tiene el monopolio de la representación del
magisterio; enfrenta voces de rechazo y de corrientes que desafían su
liderazgo, a pesar de la "protección" que parece tener desde Los Pinos por el
apoyo electoral que brindó a través del Partido Nueva Alianza, de su
propiedad.
Ante la creciente ola de descontento magisterial, y el incremento de los
grupos inconformes dentro del mismo sindicato, se podría desdibujar la alianza
Elba-Calderón, y establecer un límite a las ambiciones del grupo que (todavía)
controla el SNTE.
A pesar de las protestas, de los paros de labores y de la exigencia por abolir
el tan mencionado pacto por la Alianza para la Calidad de la Educación, la
titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, ha guardado discreto
silencio.
No ha sido convocada a las firmas de los convenios por la Alianza por la
calidad de la Educación, con los gobiernos de los estados.
Quienes aspiren a ser profesores, ahora deberán presentar y aprobar un examen
para obtener una plaza, al margen de la venta o cesión, que exige la CNTE, lo
que se hacía por usos y costumbres.
Pero la injerencia de la SEP y del SNTE no ofrece garantías para una
asignación de plazas basadas en el mérito académico; no se da cuenta a qué
grado ni a qué planteles corresponden las vacantes; no se define el perfil del
profesorado que requiere el país y se ha omitido establecer el mínimo de
conocimientos para ingresar al servicio docente.
¿Las autoridades de gobierno dejarán crecer el problema? ¿Volverán los
plantones frente a la SEP y frente al ISSSTE? ¿Elba Esther Gordillo tiene en
riesgo su liderazgo? ¿Podrá Calderón Hinojosa controlar las ambiciones de la
"maestra"?
¿En realidad habrá cambios en el sector educativo? ¿Las plazas serán
entregadas por oposición? ¿Los maestros tendrán razón para heredar o vender
sus plazas, tomando en cuenta que posiblemente pagaron por ella?
¿La secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, seguirá en la
opacidad? ¿La Presidencia tomará en cuenta las exigencias y peticiones de la
disidencia magisterial? ¿En dónde está el secretario general del SNTE, el
senador del PANAL con licencia, Rafael Ochoa?