La Unidad

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VOLTAIRE (Francis-Marie Arovet) 1694-1778 “No estoy de acuerdo con lo que expresas, pero defenderé con la vida, el derecho que tienes de decirlo” (tratado sobre la tolerancia)

La trascendencia de la expresión y contenido que la palabra UNIDAD entraña, nos sitúa en el centro de una actitud muy lejana a todo rasgo de egoísmo. Seguramente toda la sociedad acepta con completa validez, que cuando es practicada por una familia (ese pequeño núcleo de la colectividad esencial para la vida en común) será capaz de resistir siempre, todos los vendavales; y cuando un grupo social se la apropia, logra su consolidación porque fabrica su propia fortaleza.

Para aspirar a lograr la UNIDAD, y consolidarla, se requiere necesariamente CONGRUENCIA que solo se da cuando lo que pensamos lo expresamos y a su vez en concordancia con lo anterior lo actuamos de la misma manera, produciendo la CONFIANZA que es la base para multiplicar las coincidencias que son los cimientos de la UNIDAD.

Nadie que mienta, aporta elementos que contribuyan a la UNIDAD, lo que la vigoriza es hablar y actuar con la verdad; solo así se construye esa fortaleza monolítica. La simulación, la mentira y el engaño, no contribuyen a la solidez de ninguna agrupación, como tampoco coadyuvan al fomento de la UNIDAD, los abusos y los atropellos de los derechos de terceros.

EL ABUSO DEL PODER, genera desconfianza, frustración y rabia, de ahí que la impotencia se apodera en quien resulta lastimado, porque se siente incapaz de impedir las transgresiones y graves atropellos que se convierten en una canallada, porque cuando se pisotea a un semejante, se destruye la concordia y se daña a la unión de todos.

De lo anterior, resalta la necesidad de practicar los valores como la transparencia, la tolerancia y la solidaridad entre otros muchos (como un antídoto contra el abuso) porque es claro que todo Dirigente que trabaje a favor de sus representados, recibe el reconocimiento de sus compañeros, dado que el beneficio de lo logrado colectivamente, lo incluye a él mismo, sin pretender saciarse unipersonalmente de las conquistas o mejoras obtenidas, ni tampoco llevando a sus espaldas la característica sinecura.

La solidaridad es también pilar y soporte de la UNIDAD porque representa el espíritu noble de entrega a favor de los representados, es ahí, donde el Dirigente sublima el ejercicio de su representación, dignificando con su voluntad de servicio y su vocación de ser útil a la representación que ostenta y que la ejerce a favor de la colectividad.

Esté es, el momento de iniciar el mayor ejercicio de reflexión sobre la práctica de éstos valores, a fin de lograr, que solo los que se hagan acreedores a la confianza, puedan seguir siendo tomados en cuenta a las dirigencias próximas de cualquier nivel, porque ya hemos padecido suficientes actos denigrantes de algunos malos elementos ¡que no los merecemos!.

La palabra y la acción, la tenemos todos los miembros del SNTE; que tampoco debemos permitir intromisiones de nadie de afuera, por mucho que quieran hablar de arrepentimiento, que no es creíble, por mas que se disfracen con piel de oveja.

Preparémonos con mayor talento, aplicando el mejor esfuerzo y compromiso en servir a todos los integrantes de la organización, para que juntos hagamos práctica de las mejores estrategias de trato con las autoridades y volver a engrandecer la tarea sindical.

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