LA EDUCACIÓN FÍSICA EN DEBATE. ¿SON NECESARIOS LIBROS DE TEXTO EN EDUCACIÓN FÍSICA?

Dra. Ileana Lozano López

Doctora en Formación del Profesorado en Educación Física y Artística.

 Licenciada en Educación Primaria

 

La polémica está servida, la Educación Física es educación o, por el contrario, entretenimiento dirigido y, en el peor de los casos, adiestramiento más o menos pavloviano. ¿Debemos considerar al educando, desde la educación y, en especial desde la Educación Física, como cuerpo “objeto” o cuerpo sujeto? Las respuestas a estas preguntas están claras, al menos eso espero, desde un horizonte propio del siglo XXI.

Si atendemos a la primera palabra de la denominación de la asignatura, educación es el acto por el que trasmitimos conocimientos y lo físico, en este caso, sería la naturaleza de esos conocimientos. La Educación Física, contra lo que se ha venido haciendo y entendiendo, no es otra cosa que educación; una educación que cumple sus objetivos en un contexto de educación integral, cuando al finalizar la educación obligatoria, cada persona que ha pasado por esta educación posee los “conocimientos” adecuados y suficientes que le permitirán hacerse cargo y cuidar su cuerpo de forma adecuada y responsable el resto de su existencia, garantizando así una mayor calidad de su vida, durante toda la vida.

Desde que se inventó la escritura y se elaboró el primer libro en la Antigua Mesopotamia, los libros han servido para enseñar y trasmitir conocimientos. ¿Puede alguien en su sano juicio, a la luz del siglo XXI, defender que la sola práctica de actividades físicas, mejor o peor dirigidas y organizadas, garantiza que los alumnos adquirirán los conocimientos suficientes para cuidar de su cuerpo y preservar su salud?

¿Se puede asumir, desde una posición seria y equilibrada, que los conocimientos sobre el cuidado de la salud y los valores que atribuimos a las actividades físicas y al deporte, pueden ser adquiridos de forma espontánea y sin que medie una transmisión de conocimientos y una intencionalidad de acto educativo?

Ciertamente no, los conocimientos han de ser trasmitidos mediante la acción educativa intencional y científicamente planificada y, tanto para la Educación Física como para las demás materias del currículo, necesitamos los libros y un adecuado uso de los mismos. En el caso de la Educación Física, como en el caso de las matemáticas, español, ciencias naturales o la nueva asignatura de formación cívica y ética entre otras los profesores explicamos y enseñamos los ejercicios en clase, pero, también encargamos tareas que los alumnos deben desarrollar de forma autónoma y esa es la grandeza del acto educativo. Una vez aprendido el método, el alumno es capaz de resolver el problema, presentado de igual o distinta forma, incluso tiempo, es aquí cuando decimos que el alumno es competente y esto incluido los problemas que plantea el propio cuerpo y su cuidado. ¿Qué es la actual campaña de instrucciones y acciones corporales preventivas frente a las pandemias que una Educación Física impartida de forma urgente, acelerada y forzada por las circunstancias?

De la misma forma que no se entendería que para desarrollar competencias, conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas en el uso del español o de las matemáticas precisaremos de una ayuda externa permanente en forma de profesor, igualmente para cuidar el cuerpo debemos ser autosuficientes terminado el periodo escolar y para eso necesitamos los conocimientos necesarios que siempre han estado en los libros y, en la actualidad también en internet. Los libros de Educación Física, modernos y actualizados, no como meros recetarios, son absolutamente imprescindibles.

Las investigaciones que hemos realizado en Mexicali ponen de manifiesto la debilidad conceptual de la Educación Física en la comunidad escolar, el escaso valor que se da al trabajo de los docentes de Educación Física cuyo trabajo es considerado, en una gran cantidad de casos, por el resto de la comunidad educativa como recreo dirigido y no educación.

La investigación pone de manifiesto como gran parte de los docentes frente a grupo, reconocen desconocer los programas y los trabajos de los profesores de Educación Física y no se plantean un trabajo interdisciplinar ni un acercamiento a la asignatura de Educación Física y, lo que es más grave, siguen castigando, todavía en un alto porcentaje, sin clase de Educación Física a sus alumnos.

La Educación Física no solo merece una mayor consideración en la comunidad educativa y para ello es preciso dignificar a su profesorado, mejorar sus condiciones de trabajo y apoyar su formación permanente, ya que se trata de una materia en permanente evolución y encaminada a la cultura del movimiento que es la seña de identidad de las sociedades avanzadas.


Dra. Ileana Lozano
Ileana_lozano@hotmail.com
Mexicali, BC. México