2010 ENTRE LA FE Y LA ESPERANZA

            Con los propósitos que el presente año los reciba con las mejores bienaventuranzas, que hagan posible el recobrar con esplendidez el sentido de la vida, manifiesto mis afectos a los integrantes de la familia magisterial y a quienes con su amistad me distinguen; comparto con muchos de los aludidos las mismas preocupaciones, inquietudes y reclamos por las circunstancias atroces en que estamos inmersos, así como acepto el reto de aplicar mi mayor esfuerzo en lo que  a mi ámbito compete para seguir sumándome a todas aquellas nobles tareas que contribuyen en el presente y proyecten al futuro distintas condiciones, actos y responsabilidades que logren superar la adversidad por la que atravesamos y que por hoy nos tiene atrapados.

Queda atrás el 2009, ¨años de nones, años de dones¨, tiempos que fueron de ofertas incumplidas, de ¨catarritos¨ convertidos en catástrofes; quedan en el pasado las raíces del odio terrible, de la rabia reprimida, inconformidad histórica por las ofertas olvidadas, por la miseria sufrida y por la desdicha acumulada, que espera la fecha del sufragio para descargar con su voto tanta inconformidad acumulada.

Llega hoy el 2010, cargado de lanzas, nutrido de amenazas de mayor miseria, repleto de impuestos que pretenden alcancen para reunir las cantidades necesarias para cubrir los viajes, mandar hacer los trajes nuevos y continuar con el estilo de vida a que están habituados porque se acostumbraron a usar el poder, para conservar el poder, ya que seguramente para ellos: ¡El poder, lo es todo!.

Ese es el reto de los formadores de las nuevas generaciones, trocar el pensamiento y acción de los futuros ciudadanos para que poniendo como apoyo la ÈTICA, realmente la norma jurídica convertida en leyes represente un auténtico soporte en las acciones de justicia que es el sueño largamente acariciado por la mayoría de los Mexicanos, y que solo se logra por la vía de la EDUCACIÒN. Cuando apliquemos ese esfuerzo compartido que permita lograr el hombre nuevo, el hombre tenaz, inauditamente duro para el trabajo sin egoísmo, el hombre con pigmento que colorea su cara con arrebol saludable, de tareas recias y avasalladoras. Que ni lo tiente el despilfarro, ni lo arrastre la envidia y el desencanto; el SER que eleve su cortés sonrisa y que posea la fuerza imperturbable y justa para ponerla al servicio de sus semejantes… entonces habremos rescatado la fe y despertado y dado vida a la esperanza.  

            Conservando nuestros ideales, bien podemos generar y elaborar proyectos, que rompan con la nada grata rutina que estamos padeciendo; analicemos el contenido de la expresión de Henry-François Becque, que encaja en estos tiempos… ¨La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan¨.

            No perdamos mas tiempo, eduquemos al Mexicano que este país reclama, enfaticemos en la justicia, la salud y la libertad para que se asegure su óptimo desarrollo, esta será la contribución mas adecuada para la nación.

Enero 2010

Profr. Manuel Ruelas Jiménez